TEJIENDO SUS MEMORIAS

Mi abuela Enolfa Tavie Huichal, fue una mujer Chilota/Williche y madre de cuatro hijos (dos mujeres y dos varones), a quienes crió sin un padre, pero en compañía y apoyo de su hermano, nuestro tío Chiyoyo. Ella, al igual que muchas mujeres del archipiélago, vivió gran parte de su vida ligada al mar, cultivando como cestera el tejido de canastos en junquillo para mariscar en sus orillas, un oficio que fue uno de los sustentos para dar alimentos a los suyos.
El junquillo que recolectaba en Lliuco Vega, Quemchi, – lugar donde vivió gran parte de su vida-, se convirtió en su materia prima, que luego de un arduo proceso de recolección, corte, cocido y trenzado, era convertida en hermosos canastos. Sus manos, herramientas gastadas por su esforzada vida, con mucha paciencia y destreza gestaban arte.
Hoy, después de su muerte, puedo decir que no solo diseñaba canastos con fibra vegetal, sino también tejía memorias, pues en cada visita a su humilde casa en las orillas del mar en Lliuco, sus creaciones nos acercaban aquellos recuerdos que son legados para nuestra identidad familiar.
¡Y sí, yo vi a la abuela “Nolfa” tejer uno de sus últimos canastos!

Nombre

Cristian Antonio Tavie Díaz

32 años

Lugar de residencia

San Miguel, Santiago