PERROS DEL CENTRO DE QUEMCHI

“¡Yiuk, yiuk!”. Ladrido afónico de esquina húmeda y soberana. Comienza la alegre persecución de neumáticos. Tromba marina a metros de bordemar.
Ex-pool Eddie 66 (homenaje a Eddie the Head, mascota de Iron Maiden, mismas tipografías de la banda enmarcadas sobre tablas cerúleas), telón que asoma directo al mar. Muda tertulia entre canes. Toco la puerta junto al ex-pool. “Pelusa y Milko Larrea se llaman, pasan el día en la calle y de noche se entran. La Pelusa acaba de parir”, me cuenta un anciano ojos de océano. Milko ironiza con una mirada intelectual similar al busto de Coloane instalado en la plaza. “Mascotas no son”, pienso.
Perros del centro de Quemchi. Memoria de ciudad. Mapa vagabundo que es feliz sin nada más.