El amanecer chilote, húmedo y eternamente otoñal, es un patrimonio inmaterial que se plasma en la típica y feliz ventana chilota, hecha de mañío por un artesano local, Siempre dispuesta a entregar luz a una habitación esperanzadora de tocar el cielo y salir de su lúgubre encierro.
¿Por qué ponerle cortinas?, ¿por qué ocultarla?… ella nos muestra la hermosura de vivir en Chiloé día tras día y por eso la quiero tanto y es mi patrimonio chilote.
Elizabeth Venegas González
40 años
Queilen, Chiloé