DECISIÓN

¿Cuál era realmente nuestro patrimonio? Ese día en la sede vecinal tomamos una decisión: armarnos de guantes, sacos y palas para limpiar todos nuestros espacios comunes. Calles limpias, plazas libres. Lluvia y tierra aromática. Algunos decidieron prescindir de fosas y convertir sus desechos en abono, otros usaron agua del cielo y energía del sol. El patrimonio estaba a la vista, se podía oler y palpar, se sentía en el viento húmedo y en el vaivén de los árboles bajo la tormenta. Resurgieron los mitos y las historias en cuanto volvimos a percibir el entorno que estábamos olvidando.