UN TESORO VIVO

Su nombre es Zulema Báez, vive en dalcahue y acaba de cumplir 80 años. Todas las mañanas y tardes va a darle comida a sus gallinas y patos aunque llueva o truene. Ella se sacrifica todos los días del año para mantener en buenas condiciones a sus animales, a cambio las gallinas le dan un regalo muy preciado y rico hoy en día, unos huevitos fresquitos para que ella haga desde un huevo a la copa a un rico queque con ruibarbo para compartir en familia. Pero algunas veces ella pasa malos ratos, ya que en las noches llegan perros de los vecinos y van al gallinero donde terminan con la vida de algunas de esas indefensas gallinitas dejando a mi abuela muy triste y su único consuelo es esperar la siguiente camada de polluelos para volver a recuperar lo perdido. Mucha gente llega preguntando si es que hay alguna gallina para la venta, pero ella se niega a dejarlas ir ya que tiene sentimientos hacía ellas, como el que tengo yo hacía mis perritos.

Ella es mi patrimonio porque tiene un amor especial por sus animales, ya sea perros, gatos, gallinas, patos o chanchos y les da una dedicación a cada uno, incluso colocándoles nombres. Esto ya es muy difícil de encontrar en los habitantes de la isla y solo se ve en la gente de más edad, por eso quiero resaltar estas virtudes de mi abuela porque ella es un patrimonio único, ella es un tesoro vivo.