PASEN, SIENTEN, CALOREN

El lenguaje es identidad. Crea realidades que atrapan, trascienden y hacen historia. Es patrimonio en constante cambio y eso lo hace sutil, delicado, vulnerable.
Chiloé y su gente no solo tienen magia en su arquitectura, tradiciones y paisajes. Chiloé tiene sello propio en sus palabras y su acento melodioso. Su gente tiene cariño, emoción y fuerza en su hablar…
Juesú catae que impresión fue llegar a vivir a ésta isla hace tantos añares, con el espinazo partío y rojiando mi chagua después de tan largo viaje… cristiano’e dioh…!!
Que cosa tendrá ésta gente que habla tan extraño? Pareque estuvieran toos privaos!, fue lo primero que pensé. Así ná que me condené durante meses tratando de no enlesarme con tanta palabra diaula. Una noche de invierno, llenando mi manga con unos parientes, comprendí que no había que tratar de entender, ya que poco a poco iría encantándome y enamorándome de ésta isla tan gonicha…
Un día, visitando a doña Rosa Millalonco, que vivía con su chiquito mediano en Detif, escuché su cariñosa invitación. “Pasen, sienten, caloren”, me dijo…
La calidez de esas palabras me hicieron sentir en casa. Al instante comprendí, y decidí, que yo también quería ser parte de esta tierra mágica. Para siempre.

Nombre

Alvaro Abello Godoy

43 años

Lugar de residencia

Castro, Chiloé