Su padre ha ido a la pesca y él lo espera paciente pa’ que se sirvan unos mates. El cabro será chico pero igual se lo toma amargo, porque es tradición en Chiloé servirse unos matecitos después de un día de trabajo en el mar. Uno de los pocos trabajos originarios de nuestra tierra que quedan, así lo hacían los Chonos y los Huilliches y hoy lo hacen los habitantes de la isla Laitec, de la comuna de Quellón.
Manuel Cristóbal Moraga Soto
27 años
Castro, Chiloé