MI ABUELA, TESORO PRECIADO

Mi abuelita se llamaba Dina del Cármen Vera Cuyul. Siempre la consideraré como un patrimonio.
Las manos de mi abuelita transmitían vida a través de los hermosos tejidos que confeccionaba.
Siempre se le veía alegre y orgullosa de lo que hacía, mientras tejía nos contaba sus historias del pasado, que todos disfrutábamos escuchar.

El saber tejer es un don, no cualquiera tiene la habilidad y la paciencia, como la tenía ella.
Tras su pérdida, me quedan sus enseñanzas y las bellas medias de lana que nos tejió a mi y en especial a mi abuelo.
Doy gracias por haber tenido una abuela tan única y sabia, espero de todo corazón que nos volvamos encontrar en el más allá.