LA COMPONEDORA DE HUESOS

Harina, huevo y un “raspado de cuerno de Camahueto”, eran parte de la fórmula del ungüento de Guillermina Ojeda, a quien vi con mis propios ojos sanar misteriosamente decenas de lesiones horribles en tiempo récord.

Doña Mina, como todos la conocían en el pueblo, fue mi tía abuela, cuya habilidad de componer huesos la heredó de su madre, mi bisabuela Abelina Reyes, quien además le traspasó otros secretos milenarios de la isla. Ellas vivieron siempre en Quemchi, la comuna de los mil paisajes como se le conoce hoy.

La sensibilidad de mi tía era distinta con cada paciente; con los niños se conmovía y más de una lágrima dejaba caer por su mejilla al ver su dolor, mientras que a los adultos los distraía con divertidas anécdotas, antes de darles “el gran tirón”.

La mayoría sanaba luego de tres semanas de utilizar el vendaje hecho con una tela de bolsa harinera, la cual yo misma cortaba, y que posteriormente ella sumergía en la pomada mágica.

Quizás el cuerno de Camahueto nunca fue real, quizás sí, pero tengo muchos recuerdos de ver visitas en su casa con regalos y lindas palabras por la ayuda que les brindó cuando más lo necesitaron.

Nombre

Oriana Santana Reyes

Lugar de residencia

Bulnes