VIVIR AL LADO DE LA GRUTA DE CURACO

Mis padres hicieron su casa justo al lado de la virgencita, como le dicen acá los vecinos. Es la última casa del pueblo y la única gruta de la virgen de Lourdes.

Esa gruta siempre ha sido un buen punto de referencia cuando preguntan la dirección: ¿y ustedes donde viven? En la calle Los cisnes, justo al lado de la gruta.

Pero no se mantiene sola ni apareció ahí de la nada. Resulta que por el 1971 un par de hermanos se estrellaron en un avión justo en este sector y los desafortunados fallecieron, por eso su familia les quiso hacer esa animita que se transformara después en el punto de reunión cada año en domingo de Ramos. Ahí tenemos dos opciones: La primera: no salir de casa y la segunda, ir a la misa con nuestro ramito de laurel, generalmente optamos por la segunda aunque a veces a regañadientes.

A veces da miedo vivir aquí, porque más de alguna leyenda circula por el pueblo, y por las noches oscuras más de algún vecino se va de copas y pasa por ahí a descansar.

Hace años se veía cada verano a finado Calo Calo pintando con brocha y pincel cada imagen cada banca y cada altar. ¡Vaya! ¡Que paciencia que tenía ese hombre!

Hoy cada tanto vienen familias a limpiar o sino mi abuela nos pasa a pedir la escalera para podar las enredaderas o limpiemos la virgencita.

Gracias virgen por cuidar a mi familia, aunque a veces me de miedo y (acepto que) cuando niña tuve muchas ganas de sacar las monedas que te dejaban los visitantes.

Nombre

Valeria Cárdenas Oyarzún

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Lugar de residencia

Curaco de Velez, Chiloé