UNA TRAVESÍA MÁGICA

Todo comienza con los rumores de una supuesta playa escondida, un lugar mágico, sacado de un cuento. Lleno de curiosidad y sin saber mucho, me decidí en ir a descubrir este místico lugar.
La ruta siempre fue generosa con hermosas postales inolvidables, donde se aprecian los únicos y mágicos paisajes que puede entregar nuestra mágica isla.

El extenso camino me brindo muchas sorpresas, desde granizo a un cálido sol, y después, sin aviso, te encuentras de frente con la playa, cautivado por ella olvidas todo cansancio físico.
Y es ahí, al observar este hermoso paisaje donde uno se siente pequeño y piensas que es por estos momentos que uno abandona la rutina y su zona de confort. Porque cuando estás ahí sientes y respiras la esencia pura de la vida, de tu vida.

Te preparaste y alcanzaste el destino, te sientes pleno, te emocionas, caminas, observas, respiras, sientes y creas una instancia de complicidad con el entorno. Olvidas lo que costo llegar, solo te queda disfrutar.

Un inolvidable atardecer, una noche estrellada y toda la energía del océano son algunas cosas que te entrega esta playa, pero mejor imagínalo, ve y descúbrelo y vive en carne propia estas sensaciones.