TARDES

Cuando llegué a vivir a Chiloé me costó mucho acostumbrarme, venía de la capital y se notaba. El frío de las tardes me consumía y las semanas de temporal me quitaban las ganas de salir, todo esto provocó que mis primeros años en la Isla fueran solitarios, llegué a creer que mi paso por la Isla había sido un error pero no, habían muchos lugares y rincones por conocer que a simple vista no había descubierto. Es por eso que mi patrimonio son ellos, aquéllos que me mostraron el otro lado de Chiloé, aquéllos en los que ahora pienso y doy gracias por mostrarme esa Isla mágica a la cual ahora solo me dan ganas de volver. Mi patrimonio es todas esas tardes en la costanera de Chonchi hasta que caía el sol y el frío nos obligaba a buscar refugio que solía ser en la casa de la tía Nancy que siempre nos recibía con el mate arriba de la cocina a leña que nos entregaba ese calor que tanto buscábamos que nos abrigaba hasta el frío del alma. Chiloé forma parte de mis mejores vivencias y recuerdos,ese es el patrimonio que rescato yo.