POSESIÓN CELESTIAL

El cielo chilote es un patrimonio en movimiento, ¿si nos pertenece a la humanidad isleña? ¿Si lo heredamos? Corre fuera de nuestro alcance.

Las nubes de colores severos, contrastados, negros y blancos a la vez que respiran lluvia, los que de vez en cuando dejan pasar un agujero celeste cálido y el sol huraño ilumina el paisaje y la ciudad sin pudor, descubriendo sus colores más parecidos al relucir del oro. Son tonalidades emocionantes e imposibles los que deja esa estrella sobre casas, ovejas, pastos; genera los más hermosos grises de tejuelas y los más hermosos cafés rojizos de techos de zinc intervenidos tras décadas por las lluvias. El amarillo no tiene temor al ser amarillo o el rosado de una casa se enorgullece con las luces que le presta el sol.

Cuando las nubes vuelven en plenitud a ocupar su sitial privilegiado en Chilhué, el gris húmedo interviene hasta en la conciencia de sus habitantes.

O somos grises o somos más colorides que el color mismo.

Estamos cubiertes con un velo húmedo, rasgado, perfumado e intensamente cromático. Es un permanente juego de sombras que nos ensombrece y nos ilumina.

Nosotras y nosotros somos patrimonio del cielo chilote. Éste nos posee.

Nombre

Raúl Meza Lorca

30

Lugar de residencia

Chonchi, Chiloé