Creo que la luz en Chiloé es distinta. Que es infinita, mágica. Que
sobrecoge y emociona. Y cuando el vuelo de un rayo de luz te emociona,
creas una conexión indestructible con ese lugar y con ese cielo, porque
pasas a ser parte de su atmósfera y de su energía.
Cuando la luz del atardecer en Chiloé te deja sin palabras, sientes que no
hay lugar mas bello sobre la tierra. Porque los atardeceres de Chiloé dan
un halo de misterio, fuerza, crean un ambiente de ilusión y de fantasía
como si estuvieras viviendo un sueño. Son patrimonio de nuestra tierra,
porque sin ellos nuestras vidas serían vacías de color y de encanto.
Alvaro Abello Godoy
43 años
Castro, Chiloé