LA MAGIA DEL CAMPO

Sin duda, Chiloé es un patrimonio incalculable, pero si tuviera que elegir, sería el campo que rodea a esta maravillosa tierra.
Vivir en el campo es sinónimo de paz, tranquilidad y armonía, disfrutas de las cosas simples, es una gran pausa en este mundo tan avanzado y tecnológico, que parece no ver ni observar lo que hay a nuestro alrededor.

En el campo, para mí, sí hay magia, porque logras conectarte con la naturaleza, de tal manera que descansas, escuchas el silencio de la noche, el sonido de la lluvia y el viento… ¡no hay nada más agradable que despertar donde asocias el silencio con el sonido de los pájaros!

Cuando era pequeña, me entretenía jugar con los charcos de agua, con las hojas secas de los árboles, con tierra y caminar descalza por el campo; ahora, de grande, sigo viviendo en este mismo lugar, tesoro heredado por mi familia de nuestros antepasados. Estoy segura de que en todos los campos de Chiloé existe magia, simplemente hay que abrir los ojos y valorar la tierra, que no solo nos regala buenas y malas siembras, sino que nos otorga sentido de patrimonio incalculable a través del tiempo.