Primero partí buscando que era patrimonio para entender mejor el concepto,
al asimilar la palabra me dí cuenta que no podía asociarlo a algo tangible,
porque es más que eso. Así que lo asocié al tiempo, a los días, a la rutina
que no existe en Chiloé, porque nunca sabes que depara el día para tí, no
sabes lo que puede pasar o donde puedes terminar. Mi patrimonio es lo nuevo
que hay en cada día de Chiloé, algo que sorprende como un paisaje que se ve
diferente cada día o algo que rompe tu rutina, como el terminar sobre el
mar en un kayac divisando pájaros que se van alejando a la vez que te vas
acercando, algo que no fue planificado. Pero las personas que pertenecen a
la Isla saben que es así y que no existe tal rutina marcada, siendo algo
que sorprende a la persona de afuera.
Paulina Aguilar Oyarzún
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Dalcahue, Chiloé