Cada verano, cuando el cálido sol se deja ver con más frecuencia por estas latitudes, nacen desde las entrañas de las comunidades isleñas como una especie de ritual sagrado: fiestas patronales y culturales llenas de tradición, música, mitología y sabores propios de esta tierra.
Tanto el visitante como el habitante de la isla, ceden frente a los aromas del cordero al palo, la chochoca, el chancho ahumado, la empanada, la cazuela chilota, el curanto y la chicha de manzana.
Por las tardes, el festejo continúa con juegos típicos, bailes y presentaciones artísticas. Cuando llega la noche, aparecen las cumbias y rancheras para dar un cierre perfecto a la celebración.
Mauricio Jofré Valdivia
53 años
Limache