EL CIELO QUEMANDOSE

A mis 8 años comencé a ver Chiloé con otros ojos, lo comencé a ver como un sinónimo de belleza, de asombro, de vida, de arte y lujuria, este último se vería como un improperio inclusive una palabra atrevida según la perspectiva de otros, ya que este insinúa el acto sexual, en otro caso este resulta ser una palabra con la cual se trate el deseo impaciente de algo, eso causa en mi Chiloé, sus amaneceres hermosos que nos brinda lleno de maravillas y magia.
Para mi este amanecer se me hace ver al cielo quemándose, quemando de ardor y furor, quemándose a causa del ardiente deseo de querer que este sea eterno, eso causa en mi Chiloé una enfermedad adictiva, un amor incomprensible. El cielo quemándose hace un espejismo hacia los chilotes, quienes nos quemamos por dentro apreciando tal belleza, este es mi patrimonio, un amanecer ¿Por qué? Porque los chilotes siempre han caminado hacia el sol, buscando un nuevo y mejor destino, porque así es el chilote, es fuerte, es incomprendido, es maravilloso, es efímero, es arte, todo esto y mucho mas representa el amanecer, una persona caminando hacia un futuro esplendoroso. Un chilote.