CUARENTENA

Al atardecer mi abuelo caminaba en silencio cuando con una vara arreaba sus ovejas acompañado por su perro Totoro, después escuchaba la radio. Mi abuela vestía un delantal con flores y se colocaba gotas de perfume detrás de sus orejas. En la casa había una pieza despensa donde con mi hermano dormíamos tapados bajo una montaña de cobertores, y rodeados de estantes con comida. Abundaban legumbres, aceites, fideos y tarros de duraznos por si venía otra escasez como la del año setenta.

Siempre que abríamos un armario olía a naftalina. En la nochelos abuelos veían las noticias en la televisión. La abuela se quedaba inmóvil cuando aparecía el Papa, y se despedía del locutor como si pudiera escucharla. Quede Usted con Dios, le decía; y apagaba el televisor.

Encima del aparador de la sala tenían una foto en blanco y negro de la única vez que salieron de viaje, los dos posando delante de un tren.

Cuando nos íbamos se quedaban los dos en la puerta de la casa hasta que desaparecíamos detrás de la colina.

 

Nombre

Claudio Mancilla Pérez

Lugar de residencia

Castro, Chiloé