VOLVER A CHILOÉ

Todavía con el sol del verano en la piel, el cansancio de tanto andar y esos aires de viajante que uno tiene cuando sale de vacaciones, espero con ansias el último pedacito del viaje de vuelta a Chiloé.

Me apoyo en la baranda y dejo volar mi imaginación con las figuras que dibujan las olas, disfruto de la brisa en el rostro, y observo a las personas que, a mi lado, parecen disfrutar de la experiencia, quizá por primera vez.

Y me gusta hacerme parte de aquel encanto del que gozan los turistas, que durante la travesía buscan entusiasmados uno que otro lobo marino, toman fotografías para capturar el cielo y el mar, e imaginan lo que encontrarán a su llegada en la mítica isla.

La tierra se ve cada vez más cerca, y crece en los turistas la emoción. Ya me siento en casa, y también siento como si fuera la primera vez que voy a Chiloé. Respiro hondo, y continúo el viaje, con renovadas ganas de descubrir mi isla, de escuchar sus historias, a su gente, de aventurarme a conocer cada mágico rincón y disfrutar de sus paisajes. Al volver, siempre es la primera vez.

Nombre

Ignacia Paz Cornejo Aguilera

Lugar de residencia

Castro, Chiloé