UNA ALMA DE ENTREGA

Llego de imprevisto a la casa de la señora Flor, mi vecina. Ella me recibe con una sonrisa y un abrazo que entibian mi corazón así como el calor abrazador de la estufa a leña a mis manos entumecidas. Me detengo y observo la masa encima de la mesa, y mientras me acomodo cerca del fuego, ella ofrece a mi hermana y a mí, una manzana de campo de las que iba a rallar para luego hacer empanadas. En esta mujer y madre chilota, crecida en el campo y que nunca dejó de amar la tierra… en ella está mi patrimonio chilote.

Mi patrimonio es la amabilidad.

Siendo mis padres extranjeros llegando a una isla desconocida para ellos, fueron recibidos por personas con sencillez de corazón, que te comparten de lo que tienen y no esperan nada a cambio, así como la señora Flor, que durante la visita me enseñó a hacer empanadas de manzana para compartir con mi familia y me recordó la importancia de estar agradecida. Ella me contaba cómo antes todos los vecinos se juntaban a hacer una minga para ayudar a cualquiera que tuviese una necesidad.

Considero que como chilotes es nuestro deber cultivar la amabilidad ¿Vamos a reemplazarla por egoísmo y superficialidad? Así como un monumento arquitectónico se busca resguardar, resguardemos la amabilidad que han cultivado nuestros antepasados chilotes, un orgullo que hay que saber llevar con humildad.

Nombre

Meghan Teeter

16

Lugar de residencia

Castro, Chiloé