Renacer en Putemún

Escapé de Santiago. El destino me permitió cambiar aquel ruidoso ajetreo que nunca se silencia por el soplo del viento que mueve las ramas de un roble en mi ventana, mientras a lo lejos una pareja de queltehues conversa muy entrada la noche. Reemplazar el denso humo que lleno mi ser durante años por el frescor helado de la madrugada, mientras aun las estrellas coronan el cielo y la luna omnipresente lo ilumina todo. Cambié el tono de fondo grisáceo de la ciudad que todo lo invadía, por los hermosos tonos verdes del pasto, que relucen aun mas con el rocío de la mañana y el profundo celeste del cielo, con alguna que otra nube que en vano intentan ocultar el sol que entibia mi piel. Sustituí el maletín por un hacha, el sentarme en un escritorio por salir a picar leña, el viajar en metro por sacar a pastar a las ovejas, la corbata por un chaleco de lana. El sonido de motores y bocinazos por el crujir de la madera cuando el fuego la toca, mientras disfrutas una copa de vino. La indiferencia de los rostros de un mar de personas que pasan por tu lado por un vecino que a lo lejos apenas te ve te grita con ganas: ¿cuándo va a pasarse a servirse algo? El pequeño y asfixiante departamento en Santiago centro por esa respuesta que das a tus amigos incrédulos que te preguntan: aclárame algo, ¿vives en el campo o al lado del mar?, y tu respuesta es en ambos.

Luego ya de estar algunos meses en este paraíso que lleva por nombre Putemún y que ya esos años en la capital parecen ser tan solo parte de un mal sueño, puedo decir al fin encontré un lugar al que puedo llamar hogar.

Nombre

Favio Pérez Fuentes

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Lugar de residencia

Putemún, Castro, Chiloé