LUGAR ATEMPORAL

Al ver esta foto, me dan esas vibras que me dejó el final de “cien años de soledad” donde la casa se vuelve fría, y perdida en el tiempo por una familia que vivió más de un siglo allí. Chiloé tiene esa habilidad, que pocos lugares tienen, de lograr paralizar el tiempo justo como una cámara. Perderse en la actualidad y permitir ver el pasado de la forma más sencilla, para generaciones futuras. Está claro que no quise tomar la foto de una casa o un patio. Quise ir más allá. Con una intensión egoísta, quise guardar un poco del tiempo pasado que emana de este lugar. Se podría decir que le tomé una foto al tiempo que me llamaba al momento que fui al oculista. Pocos ven el tiempo como un patrimonio, ya que es el lo más importante que tenemos, pero no logramos verlo hasta que tenemos poco o lo perdemos directamente, como a un familiar o un objeto que no vimos preciado en el momento, incluyendo espacios como este, espacios realmente especiales que se podrían llamar “museos naturales” perfectamente. El tiempo se congela, tu alma y tu mente se transportan al pasado sin moverte, pero tu perfectamente los sabes y te entran esas ganas de buscar y aprender que son inexplicables. Ahí es cuando uno dice “Chiloé es de verdad una tierra mágica”.