HILANDO

La cocina de mi abuela “calentita”, el agua hirviendo sobre la estufa, para el mate o el café, en unos minutos llegarán todos a compartir en familia; mientras tanto, mi abuela no pierde el tiempo hilando la lana, toma el huso y lo hace bailar una y otra vez frente a mis ojos…veo como el vellón de oveja se va convirtiendo en gruesa lana   para más adelante tejer prendas abrigadoras para el frío  invierno chilote. Me cuenta que esta importante labor, la aprendió de su madre y su madre de su abuela . Me gusta escucharla, saber de sus historias que también es la mía.