ENCUENTRO MÁGICO

¡Golondrina! ¡Ay hermosa golondrina!, me miraste, extendiste tus azules alas metálicas, posaste para mí y luego te fuiste…
Pero quedaste aquí, en mi memoria y alma.
No sé si fue el simple azar o fue la magia de esta isla conectándome con lo más puro que lo habita. Pero me quedo con lo segundo, porque así lo he vivido durante toda mi vida, desde que tomé conciencia de lo que era hallarse en este tierra, única y misteriosa.
Crecí con la magia a flor de piel, con historias fantásticas donde sueñas despierto, el mar rodeándome en cada lugar que visitaba, los viajes familiares a lugares desconocidos y que siguen plasmados en fotografías análogas, aprendizajes y hermosos recuerdos que me llevaron a amar incondicionalmente a esta tierra y a todos sus habitantes.
Esta foto te la dedico a ti, abuelo querido, porque fuiste una golondrina que con tus viajes por el campo y a lugares donde fui por primera vez, nos enseñaste a observar y respetar todo lo bello que puede entregar la tierra, los animales y sus colores. Tú eres y serás mi patrimonio.