Mi abuela sale a buscar a los bosques, los elementos de la naturaleza para teñir . Me gusta cuando tiene que hilar porque parece que el hilado estuviera bailando.
Mi abuela me contó que cuando ella era pequeña mi tatarabuela le dijo que nunca dejara de hilar porque eso era una reliquia y después cuando se casara, le enseñara a sus hijos a hilar, así nunca se olvidaría de ella.
Cuando hilamos comienza a contarme una historia tras otra y un día me contó que cuando era pequeña dijo que a sus hijos nunca les iba a faltar nada y ahora ellos son grandes tienen su casa, sus hijos y ella está feliz. Me dice también que cuando me abraza siente que vuelve a ser pequeña y yo siento en su abrazo su corazón.
Cuando me cuenta algo me pongo a llorar, me emociono, porque me siento feliz de tenerla a ella y ser parte de esta familia. Cuando se tenga que ir al cielo me acordaré de ella siempre porque estuvo apoyándome y protegiéndome, además me dejó un regalo muy grande… el hilado.
Escuela rural Quilquico
8° básico
Castro, Chiloé