INVIERNO HUMEANTE

Uno de los mejores momentos para un chilote; en medio de la lluvia y el
temporal, del invierno frío y la búsqueda del calor del hogar, es el sentir
de cerca el fuego de la estufa a leña. Esencial de la cocina chilota, lugar
de encuentro isleño, disfrute inmenso viviendo a orillas del mar.

Hoy a 1.199,6 kilómetros de la estufa y la leña, compartiendo hogar con
la cordillera en la capital, puedo divisar desde mi ventana y allá a lo
lejos el invierno humeante que se acerca y el fuego tan flamante como
protagonista una vez más.

Aquella estufa es más que eso, más que fuego cobijándonos…es fuego de
tradición y un valioso símbolo, es el patrimonio que se extraña y necesita,
es recuerdo y placer, placentero como el paisaje invernal del
archipiélago y su paleta de colores desplegada en los campos, en el cielo y
nuestro mar.

Símbolo y artefacto que transciende, que se vuelve arte, paisaje y
juego. Que en cada rincón protagoniza encuentro y unidad. Expresión de
esperanza además, porque siempre podremos considerar que después del frío,
el fuerte viento y las lluvias, habrá fuego y calor, habrá encuentro y
ganas de continuar.