EN LA SOLEDAD DEL HUERTO

Doña Yolanda Miranda vive por Rilan a orillas de la playa; cuando le dije que le iba a tomar una foto, contestó: “no pierda el tiempo joven, ya estoy muy anciana”. Está sola desde que los hijos se fueron a vivir a la ciudad. Engaña su soledad en la geografía de su huerto donde crecen  zanahorias, y reverdecen las lechugas. “Las cuido mañana y tarde porque la humedad trae el peligro de los caracoles”, dice, caminando encorvada por los años, apoyada en su bastón, lenta camina por su huerto mientras la brisa de media tarde delata la fragancia del cilantro; orgullosa describe su huerto. “En este rincón protegido de los malos vientos de travesía crece el cedrón, árbol delicado, cerquita están las grosellas y el hinojo, bajo la sombra de los pájaros crece la hierbabuena, por aquí tengo llantén”, dice. Oscurece cuando me despido, y la anciana que regresa a su casa repleta de silencios.

Nombre

Claudio Mancilla Pérez

48 años

Lugar de residencia

Castro, Chiloé