El gato chilote no tiene prisa. Más su única preocupación es buscar los esquivos rayos de sol en invierno y tumbarse de guata a él en verano. Se levanta para comer y vuelve a dormir, posterior a lavarse bien los bigotes después de saborear cada bocado.
Le gusta todo animalito pequeño que se mueva, cuando despierta su motivación cazadora despliega todo su arte por atrapar alguno. Y después, adivine que? Nuevamente relame su peludo traje, busca la parte más calentita detrás de una siempre acogedora estufa a leña y se enrosca en un espiral perfecto, hasta que una nueva aventura lo motive a abrir sus ojos eternos.
Paulina Catalán Pérez
35 años
Quinchao, Chiloé