DOÑA RINA ARREGLANDO FLORES

Durante sus últimos años seguramente preocuparse de las flores fue una de sus mayores ocupaciones… rosas, tulipanes, gazanias, calas, entre otras que decoraban un hermoso jardín y lograban, siendo un pequeño detalle en los pasillos, transformar completamente el interior de aquel antiguo hogar de madera revestido de tejuelas. De vez en cuando una opinión, un consejo, o tan solo una mirada y una expresión. No eran las flores; al igual que sus palabras y consejos, era su manera de entregar un hogar acogedor para las personas que amaba y la acompañaban día a día.
Seguramente nuestro patrimonio de mayor valor no son enormes construcciones, o antiguas técnicas ancestrales… son las personas que están ahí día a día con nosotros, y muchas veces no somos capaces de darnos cuenta del valor que estas tienen, estas personas son las que intentan transmitirnos y enseñarnos sus experiencias y conocimientos para que tengamos una vida mejor y más placentera, que lo que ellas aprendieron durante sus largos años de vida no se pierda, porque para ellas fue importante, y por este mismo motivo, transmitirnos su importancia. Nuestro patrimonio más valioso, nuestra gente, nuestros padres y padres de nuestros padres.

Nombre

Felipe Cárdenas Rozas

29 años

Lugar de residencia

Dalcahue, Chiloé